Tu nariz en mi cuello, tus labios en todos lados y me despierto con la sorpresa de tu boca negándose de todo. Todo lo que me hizo tocar el cielo con las manos, abrazar las nubes y conversar con la luna. Pero estas tan convencido, sos tan insistentes que mi corazón se sacude.
Abro los ojos y te veo.
Correr, eso quiero.
Tan rápido que nunca me alcances y lo hago, me alejo pero sé que no tardaras en alcanzarme.
Si esto es lo que en verdad somos, no lo necesito, ni lo quiero.
Pero te quiero tanto y te necesito, también necesito que entiendas en que manera te quiero.
Al fin y al cabo, esperarte es inútil, desesperante y decepcionante.
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