Lloré en tu en tu cama por horas. 
Me abrazaste y acomodaste mi pelo. 
Me diste un pañuelo y no dijiste una palabra en toda la noche.
No querías decir las únicas palabras que podrían arreglarlo todo.
Entonces no me quedó remedio que juntar cada pieza de mi corazón e irme.
Este es, es el fin. 
Ya no puedo seguir rogándote que me ames de la manera en que yo te amo. 
Decilo.
Deci que no vas a volver a irte.
O no lo digas y deja de una maldita vez de volver.
¿No ves que me estas matando con tu intermitencia?
Estoy esperando. 
Esperando, esperando y no viviendo. 
Me estoy congelando mientras te veo vivir. 
Me quiero ir.
De todos lados.
No importa donde o con quien éste,
        me
             quiero
                        ir.
Pero irme significa perderlo y perderlo
sería mi propia condena a una soledad
y a un dolor aun mas intenso que la ultima vez.
"Quédate unos días más aquí. No se puede ir por ahí, a la deriva, sin un sueño" 
Paco Roca
Cuídate, mi amor.
Cuídate como nadie va a cuidar de vos. 
No cubras tu corazón pero tampoco lo regales. 
Es tuyo, siempre tuyo.

Baila en los días felices.
Llora en los días tristes.
No dejes de sentir.

Siempre que te duela, da un pazo más en tu propio camino.
No camines lejos, mi amor.
Y nunca tengas miedo.
Te tenes a vos misma y eso es suficiente.


En un mar de millones de personas quizás no te habría encontrado. Es que tal vez el lugar estaba demasiado oscuro para mis ojos lastimados y ciegos. Pero me encontraste. Vos a mi. Y una por una curaste y besaste mis heridas. Me sostuviste cada vez que tropecé y me cuidaste siempre que el aire dejó mis pulmones. Tuviste paciencia, incluso cuando no lo merecía. Te dejaste amarrar a este barco que tiene miedo de hundirse. Y el miedo nunca es bueno, el miedo es el que te hunde, el que te hace naufragar. Pero así, agarrando tu mano, el miedo ya no es tan grande. Ya no se siente tanto.
Todo eso lo hiciste en un parpadeo, sin vacilar ni dudarlo. Así que voy a quedarme acá sin dudarlo y tratar de ser suficiente para vos. Cuidándote de lejos y extrañándote con locura. Porque te amo. Hace treinta días  que lo hago y lo voy a hacer por treinta años más. 
Tengo miedo. Pero no como aquel que solía tener, sino un miedo que hace que mi pecho duela y mi garganta pique. Es miedo a perder lo que siempre busqué. Miedo a que no funcione. Miedo a no ser suficiente. Miedo a que todo se derrumbe. 
Así que, agárrame fuerte y no me sueltes. Quédate conmigo hasta que se haga imposible. Acorralarme y borra todo este miedo que ya no puedo soportar 
No me dejes. 
Cuando apareciste, pensé que al fin había encontrado eso que había estado buscando todo este tiempo y es que al principio, tus manos y tus palabras eran tan dulces. Pero luego todo se transformo, se deformo y ya no pude reconocerte. Desde ese momento me marcaste, me sacaste pieza por pieza hasta dejarme desarmada. Y una vez desarmada pudiste jugar con mi cabeza y con mi cuerpo. Me llenaste de miedo y te llevaste toda mi dignidad y mi honor. Pero ahora que no estas, sigo igual de defectuosa, tratando de juntar esas piezas que no encastran entre si. 
Tiny Hand