Lloré en tu en tu cama por horas.
Me abrazaste y acomodaste mi pelo.
Me diste un pañuelo y no dijiste una palabra en toda la noche.
No querías decir las únicas palabras que podrían arreglarlo todo.
Entonces no me quedó remedio que juntar cada pieza de mi corazón e irme.
Este es, es el fin.
Ya no puedo seguir rogándote que me ames de la manera en que yo te amo.