Todos en algún momento de nuestras vidas, admiramos a otra persona. Por mi parte, admiro a la gente que es capaz de soltarse de cualquier cosa con total facilidad. Esa gente que entiende que todo acabo y que sabe cuando colocar el punto final. Yo admiro a las personas que pueden ser felices sin que sus recuerdos los acorrale. Quienes sabiendo que todo terminará mal, se arriesgan y no solo eso, si no que también son lo suficiente valientes para dar vuelta el final y los que tienen fuerzas para cargarse al destino a cuestas. Miro con admiración a quien perdona y olvida sin vacilar. Admiro a la gente que no conoce la posibilidad de bajar los brazos. Los que mantienen viva la confianza, habiendo sido pisoteados una y otra vez. Yo admiro a la gente que nunca se rindió y a la que siempre intentó. Y finalmente, admiro a cada ser viviente en esta tierra que sabe como sonreír, porque sonreír es vivir.

3 comentarios:

  1. Te puedo decir la verdad; ni para navidad ni para reyes me han regalado algo.
    Qué navidades mas tristes.

    ResponderEliminar
  2. Muy lindo texto, me gusta cómo escribes. La verdad que todos tenemos en algún punto una persona a quién admirar. Aveces nos encantaría ser de una u otra manera, pero te digo que aunque desde acá veas cómo le va a diferentes personas, todas en su interior y detrás de la sonrisa, tienen sus problemas.

    Un beso!

    ResponderEliminar
  3. Me encantó la entrada, escribís muy bien.
    Yo admiro a las personas que saben amar y dar sin límites, y sin esperar nada a cambio.
    Me gustó muchísimo todo tu blog! Te sigo.
    El mío es http://this-heart-will-start-a-riot-in-me.blogspot.com.ar/ , te espero!
    Besos

    ResponderEliminar

Tiny Hand