Dejarte marchar, sería como abrir la ventana a una mariposa.

Nunca esperas que vuelva. 

Nuestra relación siempre fue tan frágil como una hoja de diario.

 Nuestra relación mancha de negro cualquier pensamiento y a estos los camuflamos con risas. 

Hoy, no quiero que camines tus propios pasos, no quiero que escapes por esa ventana y no veas nunca más atrás. Yo no quiero dejarte ir. 

Nuestra relación nunca fue normal y hoy, no quiero que lo sea. Nos preguntamos y también respondemos con la mirada. Puede ser que no sepamos todo del uno al otro, pero nadie borra estos tres años vividos. 

Por favor, hoy no te escapes. Hoy no me dejes. Porque no estoy preparada para tu ausencia y sinceramente no sé si lo estaré alguna vez. 

Volve a acostarte sobre el suelo, pone esa canción que tanto odio y mira las estrellas. 

Yo siempre te conté que ese paisaje me traía paz y fue sin duda la mayor mentira que alguna vez te dije. 

Únicamente vos me traes paz.