Muros.

Levantó un muro color gris y ella hizo todo lo posible para derrumbarla. Creía que con su amor podría tirar hasta el palacio más fuerte y así, se golpeó con la pared una y otra vez sin cesar, sin respirar ni descansar. Días pasaron y ella no se rindió, hasta que una noche serena ella lo vio. Él estaba abriendo una angosta puerta al costado del muro, invitando a pasar. Pero no a ella. Era un corazón fuerte y una sonrisa linda, nervios calmados y una alma feliz. Pero no era ella. La segunda ni siquiera lo intentó pero él la eligió a ella.
Rota por tantos intentos y golpes decidió que esta vez será ella la que levante muros y abra puertas.


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Tiny Hand