Hay una habitación oscura y fría dentro de mi. Un monstruo gigante, tan grade como tu corazón, se aloja dentro. Este lugar se encuentra cerrado bajo llave, al solo mirarlo este golpea para salir. Tiempo atrás lo encerré y juré que nunca volvería a ver la luz. Sin embargo, no me deseche de él, este sigue ahí. Rugiendo a veces, haciéndose notar con el más incomodo pinchaso en el pecho, recordándome de que existe. Muy pocas veces hace picar mi nariz y ahoga mi garganta. A veces él llora por no conocer la victoria y sin vacilación lo acompaño en su canto de pena. 
Ese monstruo al cual crié, al que tanto tomé cariño, también es tuyo. Porque esa bestia es el amor que siento por ti. 

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Tiny Hand