En cada vida, hay una marca que distingue el antes y el después. Estoy tratando de vivir el después pero la oscuridad me llama, ella me conoce tan bien e incluso parece ser mi única amiga a veces. La visito a diario porque se siente como si estuviera casa y eso me enferma a tal punto de terminar odiándola pero vuelvo a ella, como el un borracho a su taberna.
Puedo estar rota, puedo esconderme y puedo hacerme amiga de la oscuridad, pero no puedo estar sola. Estoy cansada de estar sola.
Tal vez a veces la oscuridad va acompañada de cierto nivel de soledad, ya que esa oscuridada a la que te refieres nace de tu interior, también te digo que esto va por momentos porque yo alguna vez me siento así, y es tan jodidamente continúo que todo se vuelve uno y la llevas inconscientemente, atormentándote día tras día. Quizás no hablamos de la misma oscuridad, pero siempre va causando los mismos efectos: consumarse uno mismo, hartarse, llorar, aborrecer todo lo que tienes, querer cambiar, vivir otras cosas.... Pero todo eso cambia debido a su tiempo, es una cuestión de espera, pero llegará. Un beso. Daphnie.
ResponderEliminarNo sé si será la misma oscuridad y sinceramente espero que no, porque la mía es asquerosa. Pero eso sí, la mía nace de mi interior, el problema es como sacudirla de mi. Gracias por leer y comentar ♡
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